Un roadtrip recorriendo Benelux
Visitando Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo
No hay nada como la espontaneidad. Estamos a mediados de semana. ¡Vámonos! Nuestro recorrido incluye tres países llenos de naturaleza, esplendor y dulces, también conocidos como Benelux. Como buenos roadsurfers, nos acompañan siempre nuestras cuatro paredes sobre cuatro ruedas.
Autor: Lukas Zwiessele
Gran comienzo en Luxemburgo
Tras tres horas en la autopista, la ciudad de Luxemburgo nos da la bienvenida. Una pulcra ciudad situada en la cumbre de una montaña con un centro antiguo, grandes plazas y altos edificios con vistas al valle del Pétrusse. No obstante, los precios de los restaurantes son tan elevados como la muralla de la ciudad. Para los luxemburgueses, vestidos de traje y corbata, no es más que pura calderilla. Decidimos dejarnos llevar una vez y pedimos una pizza por 17,95 euros.
Roadtrip recorriendo Benelux: Las mejores gachas de avena, con vistas al lago
Con el estómago lleno, continuamos hacia el lago del Sûre Superior, que se encuentra al norte. Está literalmente en mitad de la nada. Después de una noche tranquila en la camper, nos preparamos las que son, sin duda, las mejores gachas de avena de las vacaciones en el que es, sin duda, el lago más apacible del país. La cocina incorporada dispone de todo lo que se pueda necesitar. Más tarde, nos subimos a una barca y nos dejamos llevar por la corriente mientras los rayos del sol nos acarician la cara hasta que, a mediodía, reanudamos el viaje hacia Bélgica.
Bruselas, una ciudad para gourmets
Al llegar a Bélgica, nos dirigimos a todo correr a una de las atracciones turísticas más famosas de Bélgica: el niño orinando. A pesar de ser una estatua pequeña, el «Manneken Pis» es increíblemente popular entre los turistas. A derecha e izquierda, las calles empedradas están jalonadas de pequeños comercios minoristas. El dulce olor a azúcar que impregna las calles nos embriaga y nos invita a tomar un gofre belga y pralinés. Tras visitar el moderno barrio europeo, el futurista Atomium y la, en realidad, no tan grande Grand Place, necesitamos un cono de las típicas patatas fritas belgas con doble fritura; definitivamente, no aptas para todos los gustos. En cualquier caso, lo tachamos de nuestra lista de cosas pendientes y continuamos rumbo a Países Bajos.
Dos amigos nos visitan: ningún problema para nuestra campervan
Prácticamente al mismo tiempo, nos encontramos con dos amigos en el camping de Badhoeve, situado junto a un lago. Tras una tarde animada, comprobamos el espacio de la furgoneta. ¡Prueba superada! Después de un montaje relámpago, los cuatro disponemos de suficiente espacio para dormir cómodamente. A pesar del atípico tiempo de mayo, no hace demasiado frío. Nos despierta el canto de los pájaros y el sonido de las olas. En el muelle, sentados en las sillas plegables incluidas en la furgoneta, saboreamos las segundas mejores gachas de avena del viaje. Llenos de energía para comenzar el día, nos dirigimos al corazón de Ámsterdam. En cuanto llegamos al centro, nos marcamos el objetivo de probar todos los «macarons» de la ciudad. Después de un subidón de azúcar, decidimos que hemos fracasado en nuestra misión y nos montamos en el Public Ferry en dirección a Amsterdam-Noord. Libramos un duelo de futbolín en un moderno café a la orilla del canal, situado junto al A’DAM Lookout. A nuestra espalda, las famosas letras de «I am Amsterdam».
Roadtrip recorriendo Benelux: La (desgraciadamente) última velada en Ámsterdam
Después damos un paseo rápido a través del barrio de las famosas luces rojas y terminamos en una tienda en la que se vende legalmente aquello que en Alemania solo se obtiene de forma ilegal. Sin embargo, la cata de quesos nos gusta aún más. Compramos un vino exquisito para la que, desgraciadamente, será la última velada de nuestro roadtrip por los países del Benelux. Rápidamente, fascinados por los 20 000 pasos que hemos dado por hermosas ciudades y paisajes y pensando en nuestro próximo viaje, nos dormimos felizmente.