Road trip en camper a Portugal
Baja las ventanas, sube la música y adelante. Con nuestra camper de roadsurfer recorremos la costa y perseguimos al sol. La sal en el aire, ¡huele a vacaciones! Cada bahía tiene una vecina. Aquí encontramos varios destinos y aparcamientos que cubren todas nuestras necesidades. Nosotras, Magda y Luca, hemos decidido alquilar una camper en Portugal y explorar este bello país. En la maleta llevamos experiencias inolvidables y estamos muy contentas de haber emprendido esta aventura. ¡Convéncete tú mismo!
Preparados, listos, ¡ya!
Salimos desde Alemania, donde alquilamos nuestra camper roadsurfer, y salimos en dirección a España. Es un recorrido largo pero nuestro lema nos da coraje: ¡el camino es el destino! Vamos a acumular tantas experiencias por el camino que sin tan siquiera haber llegado a Portugal, ya ha merecido la pena nuestra aventura sobre ruedas.
Con la camper en Barcelona, el hogar de Gaudí
De camino a nuestro destino en Portugal, hemos decidido que nuestra primera parada larga será en Barcelona. En Francia solo paramos para comprar algo de comer en el supermercado y para descansar un rato en un parking público. Reservamos nuestro aparcamiento online para ser previsores durante la temporada alta. No hubiera hecho falta porque aún había plazas libres.
Tenemos una vista al mar en nuestra plaza de parking. La única desventaja es que no se puede andar directamente a la playa, ya que una línea de ferrocarril recorre la costa. Sin embargo, un pequeño autobús sale cada veinte minutos y lleva a los visitantes a la playa más cercana en cuestión de minutos.
Nuestra conclusión: con nuestra camper y un precio de tan solo 40 euros por noche para dos personas, el Camping Barcelona no solo es barato sino también un espacio con mucho que ofrecer. Nos sentimos muy a gusto. Después de dos días explorando la ciudad y repostando energías, ya estábamos listas para la siguiente etapa de nuestro viaje: Valencia.
Con la camper en Valencia, la Ciudad de las Artes
Una vez en Valencia, nos decantamos por un aparcamiento sencillo y situado algo fuera de la ciudad, para pasar la noche. Se encuentra al noroeste de la ciudad y tiene un acceso directo al mar. Una ventaja de nuestra camper roadsurfer es que dispone de una ducha exterior y en casi todas las playas hay lavabos.
El mar está bien calentito y tiene un color azul-turquesa precioso. En vez de arena hay piedrecitas pero eso no nos molesta. Nos sorprende las pocas personas que hay aquí, incluso en plena temporada alta.
Hacemos escala de camino a nuestro camping en Portugal
Valencia es una ciudad preciosa y diversa. Por ello la llaman la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. Paseamos por sus calles, nos tomamos un café y nos dejamos llevar por el ambiente. Las ciudades vecinas de Port Saplaya, Alboraya o Burjassot también son paradas perfectas de camino a Portugal. Nos encanta el marisco y el pescado y precisamente por ello cenamos en uno de los chiringuitos de playa antes de continuar con nuestro viaje en camper.
Desde Valencia perseguimos el amanecer de camino a Sevilla. Muchos conocidos y amigos nos han dicho que no nos la podemos perder y … ¡tenían razón!
Con la camper en Sevilla, una maravilla aquitectónica
Sevilla es una ciudad preciosa y perfecta para una visita turística durante un roadtrip por España. Es la cuarta ciudad más grande de España y no tiene nada que envidiar a las demás. Destaca por sus maravillas arquitectónicas, parques verdes y las callejuelas que le otorgan su encanto especial.
Lamentablemente, no encontramos ni en Sevilla ni en sus alrededores un camping que nos gustara así que seguimos conduciendo de noche. Eso es lo bueno de Sevilla: un paso más y ya estás en el Algarve.
Con la camper en Tavira, lugar perfecto para unas tapas exquisitas
Tavira es una pequeña ciudad costera cerca de la frontera entre España y Portugal. Es nuestra primera parada con la camper en Portugal. La N125 está libre de peaje y te lleva directamente a esta localidad. Tavira se localiza junto al río Gilão, el cual desemboca por lagunas en el mar.
Aparcamos nuestra furgo en el camping de pago Camping Ria Formosa. Está bien pero tampoco es nada del otro mundo. Está algo lejos del centro, las estaciones sanitarias estás limpias, tiene un pequeño supermercado y una piscina.
Nuestro momento favorito fue disfrutar de las tapas de D’Gutsa. Después de todo nuestro viaje, podemos afirmar que es donde más nos ha gustado comer.
¡Ojo! Te recomendamos reservar antes. Tuvimos mucha suerte en encontrar un sitio libre por una hora y media en un local lleno de gente. Después paseamos por las callejuelas a lo largo del río.
Diversión en estado puro
Nos dirigimos al oeste. En el pueblo pesquero de Olhão hacemos otra pequeña parada para visitar su mercado semanal. El mercado está lleno de pescado, marisco, fruta y verduras. Todo muy fresco y muy rico. Ya estamos equipadas de sobra y solo nos queda encontrar un lugar bonito en la playa para relajarnos.
Encontramos un aparcamiento justo junto a la playa, antes de entrar en el centro Quarteira, en la Rua do Poço Romano. Rodeadas de pinares, disfrutamos de nuestras vistas al mar.
Escuchar el murmuro de las olas
La playa está muy limpia y es muy grande. Hay un restaurante con música en vivo y una barra. Nos encontramos con muchos campers que llevan viniendo a este lugar desde hacer 20 años.
Es increíble lo rápido que uno se relaja aquí. Te sientas bajo un pinar y disfrutas de las vistas al mar junto a tu camper, te cocinas algo y escuchas el murmuro de las olas.
A 250 metros al oeste te encuentras con un acantilado desde el que puedes pescar. En Portugal es super fácil conseguir una licencia de pesca para un día, un mes o incluso todo un año. Nosotras compramos una licencia de un mes por cuatro euros en Olhão – y la podemos usar en toda la costa portuguesa.
El paraíso cerca de Albufeira
Quarteira nos ha gustado mucho y no nos creemos que algún otro lugar lo pueda superar. ¡Estábamos equivocadas! Cerca de Albufeira nos topamos con un mini paraíso. Allí nos quedamos casi una semana entera.
Las pequeñas playas de Praia da Vigia y Praia de Arrifes están juntas y son muy fácilmente accesibles desde el parking. Están algo apartadas y por eso no están llenas de gente. Aquí encontramos justo lo que estábamos buscando: las formaciones de roca típicas del Algarve, un sitio cerca del acantilado y unas vistas increíbles.
Un lujo para la acampada libre en Portugal
El sitio también es ventajoso porque en el Restaurante A Sardinha puedes usar el baño sin ser cliente del local y por un euro dispondrás de una buena ducha. ¡Vaya lujo para la acampada libre! Comimos también en el local aunque el precio era algo caro.
Pero nadie te mira raro si te pones a cocinar en tu camper. Por la mañana puedes incluso tener la playa para ti mismo. Cuidado: la marea alta y la marea baja son importantes. Si llegas con la marea baja y te encuentras con una playa tranquila, es posible que en unas pocas horas vuelva a subir la marea y solo puedas volver por el agua a donde estabas.
Dí adiós a la muchedumbre
Desde Albufeira seguimos en dirección oeste y de vez en cuando seguimos parando en pequeñas playas. La Praia de Benagil nos decepcionó. En Internet siempre es destacada como un lugar indispensable a visitar pero una vez llegamos allí estaba repleta de turistas. No quedaba un sitio libre entre tantas toallas y nos fuimos en menos de media hora. Eso es lo bueno de una camper roadsurfer: puedes continuar tu viaje cuando quieras.
Descubrir la naturaleza única de Portugal
La playa de Praia da Prainha nos gustó bastante más. Allí también se pueden admirar las formaciones de roca y hay menos gente – aunque aún así sigue estando bien frecuentada. Antes de acabar el día en Lagos, hacemos otra parada en el mirador Faol da Ponta da Piedade. ¡No te lo puedes perder si vas de acampada por el Algarve! La naturaleza explota todo su potencial.
Un paisaje de piscinas en Lagos
Por la noche nos buscamos un camping cercano y encontramos el Camping Algarve Turiscampo (para el GPS: Estrada Nacional 125, P – 8600-109-Lagos). Pese a que el camping está a 2km de la playa más cercana, sigue siendo un lugar ideal para quien le guste nadar ya que dispone de dos piscinas, una piscina climatizada, un jacuzzi y una piscina infantil.
Nos gusta este sitio sobre todo por las vistas magníficas al valle y las magníficas estaciones sanitarias. Incluso disponen de pequeñas duchas con lavabo, servicios sanitarios especiales para niños y duchas para perros – todo muy limpio. Este pequeño lujo nos sienta muy bien después de varios días al aire libre. Y pudimos encontrar un sitio libre sin tener que reservar.
Un día en la arena sueva de la Praia de Ingrina
Nos topamos con otra playa de ensueño de camino a Sagres. La Praia da Ingrina se encuentra cerca de un pequeña bahía y nos recuerda un poco al Caribe con sus palmeras y aguas tranquilas. Lo mejor es pasar el día tumbado sobre la arena suave y disfrutar de las vistas desde el restaurante. El restaurante es una propiedad familiar y económico, ideal para loa amantes del buen café y del pescado preparado con métodos tradicionales.
Unas vistas preciosas pero ningún sitio para pernoctar
Unos cien metros más allá de la playa nos topamos con un camping pequeño y oficial. También conocimos a algunos campistas libres entre la playa y la acampada y hablamos un rato con ellos. Seguro que desde allí se tienen unas vistas preciosas a la bahía pero al final decidimos no pasar la noche allí. No nos pareció un lugar muy apetecible y nos sentimos mejor durmiendo en un aparcamiento público.
Conociendo a gente nueva
Otra playa preciosa de camino al Sagres es la Praia do Barranco. Con un coche grande no es tan fácil de acceder pero sigue mereciendo la pena. La bahía semicircular está algo escondida y alejada del turismo de masa. Aquí nos topamos con varias personas que usan gran parte del año su autocaravana como residencia permanente.
Tras la pista de los navegantes
De Barranco no nos queda mucho para llegar al Cabo de São Vicente, el punto más al sur del continente europeo. Aquí acaba el Algarve con un acantilado impresionante de 70 metros de alto. Es increíble colocarse al borde y pensar que hace más 600 años, navegantes emprendieron viajes a lo desconocido. Es un lugar muy especial que te da piel de gallina – no solo por el paisaje sino también porque el viento sopla tan fuerte que te quita el equilibrio.
El faro del Cabo de São Vicente en la punta de la playa ofrece también unas vistas fantásticas – aunque suele estar bastante frecuentado.
Por la noche pernoctamos en Camping & Bungalows Orbitur Sagres (para el GPS: Cerro das Moitas, 8650-998 Vila de Sagres, Faro, Portugal). En verdad, no nos gustó demasiado. Es cierto que disponía de un sitio para el Surfcamp pero el resto de las instalaciones no eran tan bonitas ni estaban tan bien cuidadas.
De nuevo nos encontramos con otra playa preciosa. Parece ser que nos encontramos una cada poco metros, cada playa con su propia historia y peculiaridades. Ya hemos dejado atrás la costa del Algarve al sur y continuamos al Norte – estos paisajes nos dejan también con la boca abierta. Y, de hecho, esta sección sur de la costa del Atlántico sigue formando parte de la Región del Algarve, es decir, del distrito de Faro.
Viento y cielos estrellados
Nuestra primera parada será la Praia do Cordoama (Vila bo Bispo). Inmediatamente notamos que aquí el viento es más fuerte que al sur – igual que las olas. La playa es inmensa y preciosa. Es importante mantenerse a una distancia segura del agua ya que hay algunos puntos peligrosos. Rocas puntiagudas sobresalen a veces de la arena, al igual que del agua. Además, una ola puede llevarte consigo y hacer que te choques con las rocas. ¡Cuidado!
Decidimos pasar la noche en esta playa, en el aparcamiento público, donde ya hay algunas campers. Aquí puede uno quedarse varios días sin problemas. La playa está algo apartada (no te preocupes, el acceso es sencillo) y por ello no hay muy buena cobertura. ¡No importa! Con nuestra roadsurfer disfrutamos del cielo estrellado y del sonido de las olas. En el pequeño restaurante nos tomamos un café por la mañana y desayunamos tranquilamente.
Puestas de sol bellísimas
De la Praia do Cordoama emprendemos un paseo tranquilo a la playa vecina Praia do Casteleja. Es más pequeña que la de Praia do Cordoama y no es tan fácil llegar a ella con el coche. Sin embargo, el Castelejo nos deleita con una bellísima puesta de sol, ya que el sol desaparece verticalmene en el mar.
Allí cenamos. El camino entre ambas playas estaba completamente desierto. Las olas fuertes y las rocas enormas te atraen con su grandeza. La naturaleza salvaje, pura y honesta.
Las carreteras de playa más bonitas del país
Nuestra camper también nos lleva por excursiones más cortas. Conducimos por la N268 al norte y giramos a la izquierda en Praia do Amado para volver a la costa. La Estrada da Praia – tal y como indica su nombre – es paralela a la costa y nos ofrece vistas increíbles.
Excursión a Lisboa
Estamos casi llegando al final de nuestro viaje pero una cosa no puede faltar: una parada en la capital, Lisboa.
Lisboa merece una excursión propia por la cantidad de cosas que tiene que ofrecer. El castillo de San Jorge tiene unas vistas grandiosas de toda la ciudad. Una vez dentro, no te puedes perder la Kamera Oscura, las calles del barrio Alfama (sobre todo el mirador de Santa Luzia), una ruta con el tranvía 28 (increíble como pasa por las calles más estrechas), las ruinas de la iglesia gótica Convento do Carmo, el puente del 25 de abril, en cuyo punto final se encuentra la estatua de Cristo Rey; y para finalizar, la freguesia de Belém con Monasterio de los Jerónimos, la torre de Belém y probar el pastel de nata (¡imprescindible!).
Como ya hemos dicho: Lisboa tiene mucho que ofrecer – lamentablemente no nos queda mucho tiempo para visitar la ciudad en profundidad.
Nuestro consejo: ¡mejor no entrar con la camper en Lisboa!
Otra información importante: ¡no entres directamente con tu camper alquilada en la ciudad! Así evitarás estrés innecesario ya que las calles son muy estrechas y empinadas. En el centro apenas hay posibilidades para girar y a nadie le gustaría quedarse atascado entre la muchedumbre de turistas.
De compras en Ericeira
Ericeira se encuentra a unos 30km al norte de Lisboa y es el destino indispensable para los amantes del surf. Es la primera Reserva Mundial de Surf y atrae cada año a miles de surfistas de todo el mundo.
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No obstante, el pueblo costero también esconde un gran potencial para aquellas personas que no practican el surf. ¿Lo primero? ¡Ir de compras! Hay muchos locales pequeños, perfumerías vintage, tiendas peculiares y tiendas de surf con marcas conocidas y una gran variedad de productos.
Simplemente pasear por las calles empedradas o entrar en un bar o cafetería ya es una experiencia única en Ericeira. Todo es tranquilo gracias a los surfistas y a la amabilidad de la comunidad de vecinos.
El centro encantador de Ericeira
Ericeira también es un deleite para el paladar. El marisco y platos típicos de la cocina portuguesa dominan el menú. Después un delicioso cóctel en el chiringuito y perfecto.
Nos alojamos en el Ericeira Camping, el único camping oficial in situ. Está bien y tiene todos los servicios básicos de un camping. Solo paramos para dormir – el centro de Ericeira nos llama.
Ericeira es el final ideal para nuestro viaje en autocaravana por Portugal. Aquí podemos descansar y reponer energías para el viaje de vuelta. Este pequeño pueblo costero nos ha robado el corazón.
Alquila tu camper y descubre Portugal
Lo bueno de acampar libremente (quitando los costes) es que a menudo podrás disfrutar de vistas fantásticas desde la camper. Estarás en medio de la naturaleza y nadie te molestará. Muchos campings no están cerca de estos sitios así que si quieres dormirte con el susurro de las olas y amanecer con vistas al mar, tendrás que buscar con tu camper más allá de las ofertas oficiales.
Consejos para acampar en Portugal
La acampada libre está prohibida en Portugal, aunque en algunos sitios se hace la vista gorda. Por ello, ten en cuenta las siguientes reglas.
- No aparques por la noche en sitios donde hay señales de prohibición. Si te pillan, te verás con un cepo y una multa.
- Lo mejor es que busques un sitio donde ya haya otros campers y cerca de un restaurante. Los propietarios de restaurantes suelen ser bastante amables y te dejarán usar el baño – mejor todavía si comes algo en el local.
- La regla más importante -¡nada de basura! Los controles en Portugal se han vuelto más estrictos en los últimos años debido a la acumulación de basura en muchos sitios. Si quieres vivir en sintonía con la naturaleza, debes respetarla.
- Por la noche, no dejes nada fuera que indique que estás acampando. Nada de sillas, mesas o barbacoas. Aparcar por la noche para pernoctar o retomar energías está más aceptado que acampar en un sitio público.
Nuestra conclusión: si estás buscando un viaje lleno de naturaleza impresionante, ciudades misteriosas y campings excelentes, no lo pienses más y alquila una camper roadsurfer para un roadtrip a Portugal. ¡No te arrepentirás!