1. Roadtrip desde Burdeos: Tras el rastro de los viñedos
Francia es, en el sentido más auténtico, el país del buen gusto; ya se trate de moda, cultura, queso o vino. Un viaje por carretera a Burdeos ofrece numerosas rutas en las que los amantes del vino disfrutarán en grande, además de descubrir la belleza del sur de Francia en todo su esplendor.
Información básica de nuestra ruta vinícola:
- Paradas: Burdeos – St. Émilion – La Roque-Gageac – Millau – Gargantas del Tarn – Le Puy-en-Vélay – Beaune
- Kilómetros: 850 kilómetros
- Duración total del viaje: 12 horas
Primera parada: St. Émilion
A unos 40 kilómetros de Burdeos se encuentra la ciudad medieval de St. Émilion, en mitad de los viñedos de Dordoña. Aquí el vino no es un mero atractivo, sino el espíritu mismo de la ciudad. Con sus numerosos edificios del siglo XIII, una muralla románica bien conservada y la protagonista indiscutible: la iglesia monolítica, este lugar es un auténtico regalo para la vista. ¿Qué tiene la iglesia de particular? Se excavó en el siglo XII directamente en la roca caliza y, por lo tanto, se encuentra bajo tierra.
¿Cansado de vino y cultura? Para los más deportistas, la parada en St. Émilion también tiene algo que ofrecer: puedes explorar el entorno cercano en maravillosos paseos en bicicleta o a pie o animarte a montar a caballo o dar un paseo en barco por el río Dordoña.
Segunda parada: La Roque-Gageac
Dos horas después, llegarás a la pequeña localidad de La Roque-Gageac, uno de los pueblos más hermosos de Francia. Este pueblo se asienta idílicamente en una ladera rocosa que se eleva sobre la orilla del río Dordoña. Los escarpados escalones en el corazón de este lugar de ensueño conducen hasta su iglesia.
Desde su terraza, envuelta en un romántico jardín, puedes disfrutar de unas fabulosas vistas sobre el valle de Dordoña y las hermosas callejuelas de la ciudad. Si dejas vagar la vista, descubrirás una de las fortalezas históricas más interesantes del Périgord: el castillo de Castelnaud. En la rocosa pared vertical encontrarás vestigios de antiguas fortalezas. ¡Es espectacular! No obstante, los más de 140 escalones no son aptos para quien se maree con facilidad.
Tercera parada: Millau
En Millau hablaremos de deporte, ya que se considera la meca del parapente. Aquí hay ocho espacios naturales desde los que puedes lanzarte al vacío. También en las alturas se encuentra uno de los puentes más altos del mundo: el viaducto de Millau. Desde aquí continuaremos en dirección al valle del Tarn.
Cuarta parada: Gargantas del Tarn
Al norte de Millau se encuentra un desfiladero de hasta 500 metros de profundidad y aproximadamente 35 kilómetros de longitud. Las gargantas del Tarn, que podrás atravesar directamente y disfrutar de la vista desde los puntos de descanso, se cuentan entre las mayores maravillas de la naturaleza de la tierra. Además, multitud de pequeñas grutas ofrecen aventuras y diversión para los amantes del agua, incluyendo rutas en canoa por aguas bravas para los más atrevidos.
Quinta parada: Le Puy-en-Vélay
Alrededor de dos horas en coche separan las gargantas del Tarn del lugar de peregrinación Le Puy-en-Vélay. Déjate seducir por sus románticas callejuelas y su catedral y deleita tu paladar con sus maravillas culinarias.
Destino: Beaune
La última etapa de nuestro primer roadtrip desde Burdeos es la más larga de la ruta, con una duración de aproximadamente tres horas. En Beaune, capital vinícola de Borgoña, la lista de actividades incluye necesariamente una cata. Además de su buen vino, también podrás disfrutar de edificios históricos, castillos, claustros y jardines. Si quieres cambiar la furgoneta por otro medio de transporte, merece la pena un viaje en globo, un tour en helicóptero o un vuelo en ultraligero.