Roadtrip a Bolzano y el Alpe di Siusi
¡Rumbo a la naturaleza y las montañas!
Puerta abierta, equipaje cargado y ¡en marcha hacia Bolzano! Afortunadamente, Sebastian llevó su cámara consigo, gracias a lo cual podemos acompañarle en este tour para los gustos más exquisitos con su roadsurfer.
Autor: Sebastian Stolinski
Día 1: Que comience el viaje hacia Bolzano
Comenzamos el viaje juntos desde casa, después de haber recogido la furgo el día anterior. La primera parada de nuestro viaje por carretera hacia Bolzano es, naturalmente, un supermercado en el que nos surtimos de provisiones y reservas para los días que tenemos por delante, ya que no nos quedará mucho tiempo para ir de compras una vez nos pongamos en camino.
Después atravesamos Salzburgo, donde las ligeras aglomeraciones de tráfico no logran estropean nuestro buen humor, en dirección a Hallstatt, Austria.
Hallstatt tiene una copia «made in China»
Mientras caminamos desde el aparcamiento en dirección al centro urbano, nos llama la atención que todos los carteles tienen una traducción en chino y nos preguntamos, mirando a la gente, si habremos aterrizado en China en lugar de Austria. Resulta que la ciudad de Hallstatt fue recreada en China y se inauguró en el año 2012. Claro que la afluencia de chinos en el Hallstatt original también constituye una atracción.
La calefacción estacionaria hace que estar en la furgoneta sea muy agradable
Con el carrete cargado de fotos, ponemos rumbo hacia lo alto bajo la lluvia y la nieve a través de Lienz en dirección al Lago di Braies, en Tirol del Sur. Como se nos ha hecho bastante tarde, echamos un vistazo rápido al lago, aparcamos la furgoneta en nuestra plaza y nos ponemos cómodos. No renunciamos a la calefacción estacionaria, ¡estamos a solo 1 °C!
Día 2: Camino a Brunico
El despertador suena a las 5:00, ya que tenemos que tener la cámara preparada antes de que amanezca a las 5:32. Por el momento aún no se ve una sola nube, ¡perfecto! Bien abrigados (la temperatura media es de −1 °C), buscamos el mejor lugar junto al lago. Otros cuatro fotógrafos han tenido la misma idea que nosotros: fotografiar el magnífico amanecer. Congelados, volvemos a la furgo, entramos en calor y recobramos la energía con un buen desayuno.
Emprendemos el camino hacia Brunico, donde paseamos con un café por las pequeñas y agradables calles peatonales y compramos otro saco de dormir (sí, habíamos olvidado lo más importante para un viaje de acampada).
Un paisaje invernal de cuento en mayo
Continuamos cruzando los Dolomitas hacia el lago Carezza. El sol se refleja en el paisaje nevado y a uno le entran ganas de esquiar.
Al llegar al lago Carezza, nos damos cuenta con horror de que miles de árboles han sido derribados en varias laderas y alrededor del lago. Nos enteramos de que la culpable fue una violenta tormenta que cayó en 2018.
El lago azul turquesa entre las montañas es una auténtica estampa de postal.
Al final de la tarde, nos dirigimos al Alpe di Siusi, donde buscamos un camping en el que encontramos fácilmente un espacio de estacionamiento y disfrutamos de una larga ducha.
En el Alpe di Siusi
Sin embargo, antes caminamos hasta el Alpe di Siusi para fotografiar desde allí la puesta de sol. Por desgracia, es imposible: gruesas nubes cubren las montañas y comienza a nevar, por lo que nos vemos obligados a volver sobre nuestros pasos. Comemos un plato de pasta al pesto tan rápido como lo preparamos, y nuestro segundo día toca a su fin.
Día 3: Roadtrip a Bolzano – La ciudad nos llama
Hoy hemos decidido dormir un poco más y disfrutar del desayuno. Alrededor de las 11:00 nos ponemos en marcha hacia las pirámides de tierra de Bolzano. Se trata de un fenómeno natural común, pero estas son las más grandes de Europa. De nuevo, una escena digna de una postal.
En el centro en diez minutos
Continuamos nuestro viaje por carretera en Bolzano, ya que todos los viajes requieren una dosis de ciudad. Afortunadamente, obtenemos una de las tres parcelas que quedan en un camping justo al lado de Bolzano. El camino entre las plantaciones de manzanos conduce directamente a una parada de autobús, desde la que llegamos al centro de Bolzano en diez minutos.
En el mercado que se celebra a diario compramos especias para la segunda ronda de pasta al pesto que nos espera esta noche, vagabundeamos por las tiendas y sorbemos un café. Alrededor de las 19:00 regresamos a la furgoneta. Recién duchados, degustamos nuestra cena, vemos un documental y caemos rendidos en brazos de Morfeo.
Día 4: Desayuno al aire libre a 20 °C
A última hora de la mañana llegamos a Bolzano y disfrutamos de un café al sol. Bolzano recuerda a un escenario de cine; la serenidad y la calma que se respiran casi parecen premeditadas.
Optamos por pasar el mediodía en el camping y volver a la ciudad por la tarde.
Tras una pequeña siesta al sol, recuperamos las fuerzas con una tercera ronda de pasta al pesto (aunque siempre con alguna pequeña variación) y partimos hacia Bolzano a las 18:00. Tomamos algunas instantáneas más del ambiente nocturno y, en un bar pequeño y acogedor, Aperol en mano, vemos como nuestras vacaciones en furgoneta tocan a su fin.